Pinturas Negras, Últimos días de Goya en Quinta del Sordo

1823, Madrid, Quinta del Sordo, vísperas de la navidad.

Don Francisco José de Goya, el genio de la pintura que será inspiración para el arte moderno, el primer impresionista, pinta sobre las paredes de su casa una obra perturbadora.

Pinta los días de su sordera, que lo sumerge muchas veces en un universo onírico y premonitorio.

Pinta el malestar social de su tierra y las inquietudes de un hombre ya mayor frente a los arrebatos del poder y la cercanía de la muerte.

Son épocas turbulentas. El regreso de la Monarquía Absolutista que persigue ensañadamente a quienes quisieron instaurar un gobierno constitucionalista con los ideales de la Revolución Francesa.

No cree estar en peligro, su prestigio lo pondría a salvo.

Espera, ansioso, respuesta de su amigo Zapater a carta enviada hace más de un mes.

Mientras tanto pinta. Pinta las paredes de su casa. Pinta sus miedos. Pinta a España. Pinta la injusticia. Pinta sus “Pinturas Negras”.

Para la puesta en escena, varias pinturas y grabados del pintor se materializan como consecuencia de las acciones y circunstancias del relato. El sonido y su ausencia tienen relevancia y son un personaje más.

PINTURAS NEGRAS.

Una tragedia en tono de grotesco.
Una fantasía sobre los días previos al exilio.
Un espejo donde la historia se vuelve presente.

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