Canciones para alguien que no existe

Vicente no tiene ganas de cantar. Pero tampoco puede dejar de hacerlo. En su espacio más íntimo, intenta componer una nueva canción mientras recuerda un amor que ya no está. El recuerdo no es lineal: se impone, se filtra, toma cuerpo y sonido. Pero su estudio ya no es un estudio: es un limbo donde pasado y presente se cruzan. Cada canción que interpreta parece traer de vuelta un fragmento del amor perdido, Theo, y con él la euforia, el desconcierto, la discusión, la incomprensión y el vacío.
Un espectáculo musical unipersonal, con canciones originales que dialogan con escenas teatrales cargadas de poesía, humor y dramatismo. En escena, un solo personaje recorre distintos estados emocionales que giran en torno al amor, la memoria, la creación y la pérdida. El relato transcurre entre lo simbólico y lo cotidiano, entre el presente y los recuerdos, atravesado por la música como lenguaje central.